Los datos que ofrece el Banco de España así lo confirman.
A pesar de las campañas publicitarias, lo cierto es que los datos del Banco de España confirman que el retroceso del crédito por parte de las entidades financieras se sigue produciendo. Dicho de otra forma, el famoso “grifo del crédito” permanece cerrado.
Con los datos del Banco de España en la mano (estadísticas correspondientes al mes de Junio de 2014 ) se confirma que en la provincia había créditos ( y préstamos ) concedidos por un valor de 3.657 millones de euros (a familias, empresas y AAPP.), cifra menor a la del primer trimestre del año, y la menor desde el año 2006. La tendencia de caída del crédito es la misma en el resto de España, cayendo la cifra en torno al 1 % en el total de provincias durante el año 2014. Cabe destacar, sin embargo, que la cifra de depósitos (esto es, el dinero que tenemos depositado los orensanos en nuestras cuentas en los bancos) alcanzaba los 7.829 millones de euros en el mismo período. Cifra llamativa por cuanto duplica el total del crédito, lo que nos señala como provincia “ pasivera” en argot financiero, como por el hecho de la propia diferencia en sí, algo que no estila en provincias industrializadas. En Galicia, Lugo y Ourense mantienen ratios similares, como se puede comprobar en el cuadro comparativo. Pontevedra mantiene más créditos concedidos que pasivo mientras que en A Coruña es mayor el número de depósitos, aunque por escaso margen.
Baste este hecho para comprobar que la concesión de crédito no se va a reactivar fácilmente, al menos en el corto plazo, y que si se dirige a una entidad financiera a solicitar un préstamo, le van a pedir todo tipo de garantías. Y si el crédito no se reactiva, el crecimiento no llegará, al menos por el lado de la demanda. ¿Bastarán las medidas del Banco Central con sus ofertas de dinero para que los bancos “abran el famoso grifo”?. La verdad es que lo dudo. Con el tipo de interés del Banco Central Europeo en mínimos ( 0.05 % desde el 04-09-2014 ), el interés que los bancos le piden si tiene la suerte de que le concedan un préstamo es significativamente distinto al marcado por la entidad central. Ronda el 6,5 % de media (entre empresas y particulares ), más comisiones y toda suerte de productos que le puedan caer de rebote al firmar la operación. Ese diferencial supone de alguna manera una medida del riesgo que las entidades financieras toman al conceder préstamos (además del aumento de la morosidad en dichas entidades, que se ha colocado en el 13% en el mes de Julio). Y es demasiado grande todavía.
En Europa: en Francia y Alemania, por ejemplo, los tipos de activo de las entidades financieras están a la mitad que en España ( 2-3 % ). Esta es otra piedra a añadir al lastre del diferencial competitivo para una empresa o un autónomo en este país.
En definitiva, los orensanos seguimos engrosando las cuentas de los bancos, pero ese dinero no se utiliza para el crecimiento económico de la provincia. La tan ansiada recuperación se hará esperar.
Alberto Rumbo García. Es economista en AR Gestión